Antes de preparar este plato, procede a limpiar bien los tomates con agua del grifo y quítales la piel. Si no tienes mucha práctica con el cuchillo, entonces calienta medio litro de agua en una olla y cuando hierva mete los tomates durante 2 minutos para que se escalden, así podrás pelarlos fácilmente. Luego los cortas en trocitos, les retiras las semillas y los reservas.
Calienta un poquito de aceite de oliva, a fuego medio, en una sartén. Tras cortar el diente de ajo en trocitos muy pequeños, añádelo a la sartén y cocina durante un minuto manteniendo el fuego a esta temperatura.
Después agrega el tomate con su jugo y cocina durante unos 10 minutos, manteniendo el fuego a media potencia y removiendo cada dos minutos, para que no se quede pegado en la sartén.
Al pasar los diez minutos añade los huevos previamente revueltos y comienza a remover con ayuda de una cuchara de madera. Agrega sal y pimienta al gusto y ve removiendo para que tus huevos revueltos con tomate se hagan al punto que te gusta: bien hechos o más líquidos ¡depende de ti
Cuando alcancen el punto de tu preferencia, apaga el fuego y retira la sartén del calor. A la hora de servir puedes comerte tus huevos revueltos con tomate solos, con un par de rebanadas de pan tostadas, con galletas crujientes saladas ¡cómo quieras! Son tan ricos y fáciles de preparar que querrás hacerlos siempre.
