Lo primero que vamos a hacer es la salsa en la que vamos a bañar el cabrito. Pela y corta los ajos y machácalos junto con un poco de aceite. Añade tomillo al gusto.
En cuanto tengamos esto listo, coge el cabrito y ponlo en una bandeja de horno. Báñalo con esta salsa y tápalo con film de cocina. Lo recomendable es que repose durante un día para que absorba bien la salsa pero, si no puedes esperar, con dos o tres horas será suficiente.
Pon a precalentar el horno a la máxima potencia y mientras, vamos a preparar las patatas. Coge las 6 patatas grandes y pélalas. En cuanto las tengas, córtalas en cuatro trozos o a rodajas de un dedo de ancho, como prefieras.
Pela la cebolla y córtala en cuatro trozos. En cuanto lo tengas todo listo, colócalo en la bandeja alrededor del cabrito.
Añade el romero y echa el vaso de vino blanco por encima del cabrito y las patatas y mételo al horno.
Deja el cabrito en el horno a máxima potencia durante diez minutos para que se evapore el alcohol y después bájalo a 180ºC. El cabrito tiene que estar cocinándose durante otros 90 minutos.
Cuando haya pasado la mitad del tiempo de cocción, dale la vuelta para que se vaya haciendo por ambas partes. Si al sacar el cabrito ves que las patatas ya están hechas, sácalas y ponlas en una fuente tapadas para que no se enfríen.
Después de noventa minutos, ya estará listo. Con el jugo de la bandeja puedes bañar las patatas para darles más sabor.
