En dos litros de agua cuece el rape con sal, una hoja de laurel y otra de perejil por una media hora a fuego lento. Así quedará muy tierno. Una vez listo, saca el pescado, guarda el caldo, y desmenúzalo, para poder utilizarlo luego.
Corta los dientes de ajo en trocitos pequeños, o pásalo por la trituradora, y ponlo a freírse en una sartén junto con las almendras y los dados de pan. Con unas cuatro cucharadas de aceite de oliva deberías tener suficiente. Ve agregando poco a poco caldo del pescado, sin echarlo todo, hasta obtener una pasta que agregarás al caldo junto con una cucharada de azafrán (o colorante sino tienes) y deja cocer por unos minutos.
Cuando vaya cogiendo espeso, agrega el rape, y si quieres unas gambas, y deja que se haga por unos 10 minutos.
Cuece un huevo para que se ponga bien duro, quítale la cáscara, córtalo en trozos y agrega al preparado. Tras unos minutos ya estará listo para servirse.