Cuando compres el trozo de buey, debes pedirle al carnicero que te lo ate para que no pierda la forma. Pero si se te pasa, puedes meterlo tú mismo en una malla o atarlo con cuerda para cocinar.
Vierte un chorrito pequeño de aceite de oliva en una sartén, caliéntalo a fuego medio y cuando esté bien caliente, incorpora el lomo y séllalo por todos lados.
Una vez que el lomo haya cogido color, apártalo a una bandeja apta para hornear y pon el horno a precalentar el horno a 180º centígrados.
Coloca en un mortero el diente de ajo junto con un puñado de hierbas provenzales a tu gusto, algo de pimienta negra molida y sal. Machaca bien estos ingredientes hasta que estén bien triturados.
Vierte un poquito de aceite de oliva en el mortero y remueve para que se mezclen bien todos estos ingredientes. Reserva.
Mezcla la cerveza con medio vaso de agua para rebajar un poco su sabor. Vierte el líquido sobre el lomo y a continuación úntalo con la mezcla que has preparado en el mortero.
Mete la bandeja con la carne al horno y deja que se vaya haciendo durante una hora aproximadamente. A los 30 minutos, dale la vuelta al lomo.
Transcurrido este tiempo comprueba si el roast beef a la cerveza está hecho cortándolo un poco. Recuerda que la carne por dentro debe ser rosada, por lo que no te excedas con la cocción. De ser necesario déjalo unos minutos más.
Apaga el horno, aparta el lomo y deja que se enfríe antes de cortarlo. Reserva los jugos que han quedado en la bandeja.
Cuando vayas a servir el roast beef a la cerveza, tienes que cortarlo en rodajas finas con un cuchillo bien afilado. Mientras lo haces, calienta los jugos que reservaste en una olla pequeña para que reduzcan formando una deliciosa salsa.
Tan solo te queda emplatar sirviendo la carne ya cortada con un poco de esta salsa por encima. ¡Muy buen provecho!
Consejos para un plato delicioso:
Aunque normalmente estará asado en una hora, comprueba un poco antes tu roast beef ya que el tiempo depende de la potencia del horno y del peso de la pieza de carne.