En primer lugar, pela la calabaza y enjuágala. En cuanto lo hayas hecho, escúrrela bien y córtala en trozos. Reserva.
Ahora pela la cebolla y córtala en juliana. Pon la mitad de la margarina en una olla y, en cuanto esté caliente, echa la cebolla y la calabaza. Pon también un poco de sal.
Espera unos diez minutos, para que las verduras se pochen bien y, en ese momento, vierte dos vasos de agua en la cazuela. Deja que hierva hasta que la calabaza se ponga blandita, con unos 25 minutos será suficiente.
Apaga el fuego, aparta estos ingredientes y pásalos por un pasapuré junto con un poco de leche. Con la mitad bastará, luego utilizaremos la otra mitad.
En la misma cazuela que habías utilizado hasta ahora pon el resto de la margarina a derretir y mézclala con la harina removiendo bien ambos ingredientes.
Cuando la margarina y la harina lleven un minuto al fuego, añade la calabaza ya triturada de nuevo a la olla. Vierte el resto de la leche con suavidad y baja el fuego a potencia mínima. Añade un poco de sal y pimienta y deja que cueza todo durante 10 minutos.
Añade ahora la yema de huevo y remueve rápidamente para que se mezcle bien con el resto de los ingredientes. Pon la cazuela de nuevo en el fuego pero sin que llegue a hervir. Queremos evitar que la yema de huevo se cuaje.
Sirve ahora el puré en platos y pon en medio los picatostes. Con el pan y la salsa de tomate nosotros hemos hecho una araña pero puedes hacer algo más sencillo, como una cara o cualquier otro tipo de dibujo. ¡Ponle imaginación! ¡A tu pequeño le va a encantar nuestro puré de calabaza para niños!
