Comienza por precalentar el horno a 200 ºC para que esté a temperatura cuando lo necesites.
Mientras el horno calienta, limpia bien el pato tanto por dentro como por fuera, retirando las plumas que puedan haber quedado en el exterior así como las vísceras en su interior.
Una vez que lo tenemos bien limpio hay que meterle unas ramas de romero en el interior. Salpimienta al gusto y coloca en la bandeja del horno que vas a utilizar.
Introduce el pato en el horno durante 15 minutos a una temperatura de 220 ºC. Mientras se cocina, limpia, pela y corta en cuatro las patatas para incorporarlas a la preparación, salpimienta y añade un chorrito de aceite de oliva para más sabor.
Cuando hayan pasado los primeros 15 minutos de cocción, añade a la bandeja las patatas y baja la temperatura a 200 ºC. Deja cocinar unos 25 minutos más para que el pato se haga en sus propios jugos y quede mucho más rico.
Pasado ese tiempo saca el pato del horno y retira el aceite, si las patatas aún están crudas déjalas cocinar durante 10 minutos más.
Luego deberás trinchar el pato, es decir separar la carcasa ósea de la carne para que sea mucho más fácil de consumir. Reserva los huesos para la salsa.
En una olla añade un poco de aceite y, cuando esté caliente, comienza a dorar los huesos del pato. Deja que se doren y después vierte el coñac y agita ligeramente la olla con mucho cuidado para flambear la preparación.
Cuando el fuego se extinga, añade el vino junto con el agua y la sal, deja que hierva a fuego fuerte durante 20 minutos.
Finalmente incorpora la goma de xantana. Remueve hasta obtener una salsa espesa, espolvorea azúcar y pimienta y luego cuela la salsa para que quede suave y con un a textura perfecta.
Después añade a una olla el pato, las patatas y la salsa y deja cocinar durante unos 3 minutos aproximadamente. Retira del fuego y sirve.
¡Ya puedes disfrutar de este delicioso pato al vino! Una receta muy especial ideal para las mejores ocasiones.