Lo primero de todo es limpiar el pimiento rojo para quitarle todas las porquerías que pueda tener bajo el agua del grifo. Escúrrelo bien y quítale las semillas. Ahora córtalo en trozos muy pequeños y pásalo por la trituradora un minuto. Luego, ponlo en el vaso de la batidora.
Ahora limpia las guindillas, que también es buena idea lavarlas bajo el agua del grifo, y escúrrelas. Como al pimiento rojo, les quitas las semillas a no ser que te gusten bien picantes, y también las troceas. Esto también lo metes dentro del vaso de la batidora.
Pela y corta los dientes de ajo en trocitos tan pequeños como te sea posible o bien pásalos por la trituradora unos segundos. Mete dentro de la batidora y empieza a batir mientras vas vertiendo los 100 ml. de aceite de oliva lentamente, lo que dará como resultado una salsa bastante pastosa pero manejable.
Ahora echa sal y ve vertiendo el ½ vaso de vino muy lentamente, mientras que la batidora tiene que estar a media potencia.