En un vaso vamos a echar un pequeño pedacito de jengibre fresco, sin piel por supuesto. Podemos intentar que suelte su jugo, pero es importante que no se rompa porque si no los pedazos flotaran en el coctel y es posible que un pedazo se cuele en la pajita que usemos para beber.
Ahora cortamos el limón en rodajas y pequeños pedazos, y antes de añadir al vaso usaremos un mortero para machacarlos bien. Ahora al limón le añadimos 5 hojas de menta y volvemos a machacar fuerte con el mortero para que se me mezcle el sabor de la menta con el jugo de limón. Tened en cuenta que aplastar mucho la menta puede acabar dando un sabor muy amargo al mojito, así que tened cuidado.
Añadimos la mezcla al vaso con el jengibre y añadimos 2 cucharadas de azúcar blanco para darle un sabor dulzón al mojito.
Con el mortero machacamos todo, teniendo mucho cuidado de no romper el jengibre, para que el azúcar se mezcle con el jugo de la lima.
Ahora añadimos el hielo picado hasta más o menos la mitad del vaso y rellenamos un poco más con el zumo de piña. Lo removemos todo para mezclarlo bien y de nuevo echamos hielo picado, hasta casi llenar el vaso, y lo completamos con un poco de agua con gas para llegar casi al borde.