Primero cortamos el limón en pequeños pedacitos para luego echarlos en el cuenco del mortero, junto con las hojas de hierbabuena y un poquito de edulcorante líquido. Tenemos que aplastarlo todo bien para que se mezclen muy bien todos los sabores y el jugo de limón coja el sabor de la hierbabuena.
En un vaso añadimos el hielo picado y luego vertemos el juego, removiéndolo todo bien para que el hielo coja el sabor de la mezcla.
Ahora echamos el refresco de limón light y volvemos a echar hielo hasta casi llenar el vaso. Conseguido esto, vamos a echar el ron moreno y removemos todo bien para lograr una mezcla homogénea.
Solo queda decorar el vaso con una rodaja de limón y una hojita de hierba buena y ya tenemos la mezcla.