Comienza colocando un poco de papel de aluminio en la encimera, luego extiende cada filete de lomo. Aplasta bien los filetes de uno en uno usando un martillo ablandador de carne o tus propias manos. También puedes utilizar un rodillo para esta tarea.
A continuación, tomamos cada filete y ponemos encima una loncha de jamón serrano, haciendo presión para que se unan bien. Les damos unas vueltas sobre la encimera para que queden bien enrollados, dándole la típica forma del flamenquín.
Cogemos un plato y batimos bien los huevos. En otro plato ponemos la harina y en un tercero el pan rallado. A continuación empanamos cada flamenquín en el siguiente orden: primero los pasamos por la harina, después por el huevo y al final por el pan rallado.
En una sartén mediana y con una cierta profundidad, ponemos a calentar el aceite a fuego medio. Con cuidado de que no se quemen por fuera, freímos los flamenquines, eso sí, teniendo cuidado de que queden bien hechos por dentro, no debemos olvidar que llevan filetes crudos.
Saca tus flamenquines andaluces cuando estén perfectamente dorados y velos poniendo en un plato con papel absorbente para que suelten aceite y no queden muy grasientos. ¡Así de fácil es degustar este plato al mejor estilo de Andalucía!, están deliciosos.