Ingredientes
Preparación de las espinacas con bechamel y pollo
- Aunque también puedes utilizar espinacas congeladas para hacer esta receta, si es posible, te recomendamos que uses espinacas frescas. De esta forma, aparte de darle más sabor al plato, este será aún más saludable, ya que las espinacas frescas conservan mejor sus propiedades que las congeladas.
- Pues bien, una vez reunidos los ingredientes, pon una cazuela en el fuego. Si es de barro mucho mejor. Vierte un fondito de aceite de oliva en la cazuela, lo justo para que la cubra, y caliéntalo a fuego medio.
- Mientras se calienta el aceite de oliva, corta la pechuga de pollo a taquitos. Añade sal y pimienta negra molida y espera.
- En cuanto el aceite esté caliente, echa a la cazuela las espinacas. En cuanto hayan bajado de volumen, echa el pollo.
- Fríelo hasta que esté ligeramente dorado por todas partes y, a continuación, vierte el vino blanco por encima y rehoga hasta que las espinacas estén hechas del todo.
- Ahora añade la bechamel a la cazuela y remueve todos los ingredientes para que se mezclen bien. Prueba de sal y rectifica si fuera necesario. Deja que cueza todo junto durante unos minutos, removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
- Apaga el fuego, aparta la cazuela y espera que repose un minuto. Ya puedes servir en platos estas exquisitas espinacas con bechamel y pollo. Seguro que no puedes esperar para probar su delicioso sabor. Así que corre a la mesa y aprovecha ahora que todavía están bien calentitas. Esperamos que te haya gustado esta receta, y ahora, ¡a disfrutar de estas deliciosas espinacas!