Vas a comenzar limpiando las setas con un trapo húmedo, es la mejor forma de lavarlas si quieres preservar intacto su sabor. Una vez limpias, pícalas en trocitos y luego haz lo mismo con la cebolla después de pelarla.
Agrega el aceite de oliva a una sartén y cuando se caliente pon a pochar la cebolla. Cuando se transparente, incorpora las setas y saltéalas durante unos ocho minutos.
Una vez que hayan soltado casi toda el agua, salpimiéntalas, apártalas del fuego, incorpora el foie, mezcla cuidadosamente y reserva.
Ahora vas a preparar la bechamel pero en otra sartén. Para ello, ponla al fuego y al calentarse incorpora la mantequilla.
Cuando se derrita, agrega la harina y remueve hasta que se disuelva. A los tres minutos, incorpora la leche lentamente mientras bates con unas varillas. Al terminar, agrega la nuez moscada y salpimienta sin dejar de batir.
Una vez que tu bechamel espese, incorpora el sofrito con la setas y el foie, mezcla para integrar y vierte en una fuente o en una bandeja si deseas que se enfríe más rápido.
Una vez templada, lleva la masa al frigorífico durante varias horas y al compactarse, sácala y arma las croquetas con las manos o con una cuchara.
Cuando las tengas todas listas, pásalas por el huevo batido, luego por el pan rallado y dóralas en el aceite de oliva bien caliente. Se harán muy rápido, así que no te descuides. Estas croquetas de setas y foie las puedes comer como entrante o incluso como plato principal, pero como tapas son perfectas. ¡Esperamos que te gusten!
