Preparación de los calamares a la romana sin huevo
Comenzamos dejando en remojo el calamar 30 minutos. Previamente lo habremos congelado para que nos quede más tierno. Lo lavamos bien para quitarle todo tipo de restos del interior y exterior. Cortamos los tentáculos y los apartamos, por si también los queremos utilizar en otra receta.
Cortamos el cuerpo del calamar en anillas de unos 5 milímetros de grosor. Debemos utilizar un cuchillo grande, con cuidado de no cortarnos. Apartamos.
Ahora vamos a preparar el rebozado. Comenzamos echando en un recipiente o bol 200 gramos de harina y hacemos un volcán (reservamos los 50 gr. de harina restante).
Con ayuda de un tenedor vamos removiendo, mientras añadimos un chorrito de agua y otro de cerveza, alternando hasta que consigamos una consistencia espesa, pero algo liquida.
Ponemos abundante aceite para freír en una sartén grande, y mientras se va calentando cogemos los aros que hemos cortado y los pasamos por la harina seca que reservamos antes.
Seguidamente los pasamos por la masa de rebozado que hemos preparado y una vez caliente el aceite, ponemos el fuego medio alto y freímos las anillas en pequeños grupos para que se hagan bien. Cuando estén doradas por una cara les damos la vuelta.
Cuando estén doradas por ambas caras, vamos pasando las anillas de calamar a un recipiente cubierto con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
¡Y ya hemos terminado de preparar estos jugosos y crujientes calamares a la romana sin huevo! Como has podido comprobar, se trata de una receta especialmente sencilla, y sin embargo, si la has seguido paso a paso, estos calamares te habrán quedado tan ricos que todos en casa se sorprenderán.