Si no nos han limpiado los boquerones en la pescadería, lo primero que tenemos que hacer es dejarlos completamente limpios nosotros mismos. Para ello les quitaremos las cabezas y las tripas, y si podemos también la espina central, con cuidado de no romperlos. Los lavamos muy bien bajo el agua del grifo, hasta que el agua salsa completamente limpia.
Podemos dejarlos así, y podemos abrirlos a la espalda, que es una forma muy típica de hacer los boquerones en adobo. Para ello les haremos un corte en la parte del vientre, y los desdoblaremos, quedando por un lado el lomo con los laterales y por otro el interior del boquerón abierto.
Ahora vamos a preparar el típico “majado” de este plato. Colocamos en un mortero el vinagre, una cucharada pequeña de pimentón, una cucharada pequeña de comino en grano, los ajos, la sal y orégano al gusto, y los machacamos bien.
Cuando estén todo bien triturado, y se ha formado una pasta homogénea, ya estará listo el majado.
Colocamos los boquerones en una fuente, y los empapamos con el adobo bien por ambos lados. Dejamos que maceren durante al menos 3 horas, dejándolos en el frigorífico durante este tiempo.
Pasado este tiempo, vamos a ir secando uno a uno los boquerones con papel de cocina absorbente. Ponemos aceite de oliva abundante en una sartén a calentar, a fuego vivo.
Colocamos la harina en un plato hondo, y cuando el aceite esté caliente, pasamos los boquerones de uno en uno y los echamos directamente en la sartén para freírlos por tandas.
Para que la fritura quede bien, debemos procurar que queden ligeramente separados en la sartén, y que no se solapen en ningún caso. A medida que los boquerones estén dorados por ambas caras, los pasaremos a una fuente forrada con papel de cocina absorbente, para que pierdan el exceso de grasa.
Tan solo nos queda servir estos exquisitos boquerones en adobo, y comprobar por nosotros mismos lo riquísimo que sabe este plato típico andaluz. ¡Te va a sorprender! Así que no esperes que se enfríen, y disfruta ya mismo de estos riquísimos boquerones. ¡Muy buen provecho!