Lo primero serán los huevos, pero vamos a separar las claras de las yemas. Batimos solo las claras para llevarlas a lo que se conoce como famoso punto de nieve. Para ello tenemos que batirlas con azúcar.
Ahora en un bol echamos el yogur de limón con el zumo y rallamos la piel de un limón. Lo mezclamos todo bien hasta que los ingredientes se unan entre si y no podamos distinguirlos. Entonces es cuando echamos la harina y repetimos el proceso de removerlo todo sin parar. ¿Todo mezclado? Entonces ahora echamos el aceite y lo seguimos removiendo para seguir mezclándolo todo.
Ahora ponemos a precalentar el horno a unos 190º C.
Seguimos con las mezclas, echamos las claras de los huevos, ya en el punto de nieve, en el bol donde hemos mezclado el resto de ingredientes y volvemos a batirlo todo bien pero con más intensidad. Si tienes problemas puedes usar unas varillas eléctricas o la batidora.
Con todo mezclado, vamos a añadir el chocolate. Si utilizas una tableta, romperla en pequeños pedacitos antes de echar en la mezcla. Si son pepitas, echarlas directamente y de nuevo moverlo todo para seguir mezclando los ingredientes y quede una sustancia homogénea.
Es el momento de usar un molde, pero antes le pondremos un poco de mantequilla por toda la base para que el bizcocho no se pegue cuando lo saquemos del horno. Si no tenemos mantequilla un poco de harina tiene el mismo efecto. Colocamos la mezcla y ya podemos meterlo en el horno.
Tardará unos 40 minutos aproximadamente. De vez en cuando pinchar con un palo para comprobar cómo va por dentro. Cuando el palillo salga limpio, significa que podemos sacarlo.