Para comenzar, lava bien las rodajas de atún, retira la piel y las espinas que estén a la vista. Luego sécalo con papel de cocina absorbente y salpimienta por ambos lados.
Si vas a utilizar el atún congelado es importante que lo descongeles con suficiente tiempo de antelación como para que suelte toda el agua y esto no afecte la preparación.
Dicho esto, vierte cuatro cucharadas de aceite de oliva en un sartén grande y cuando se caliente agrega el atún para sellarlos a fuego fuerte. Apenas comience a dorarse, retíralo a un plato y reserva.
Pela las cebollas y córtalas en juliana, luego pela los ajos y trocéalos. En el mismo aceite donde sellaste el atún vas a pochar las cebollas, los ajos y el laurel a fuego bajo durante diez minutos. No olvides salpimentar a tu gusto.
Una vez que las cebollas comiencen a dorarse, vierte el vino y sube la temperatura. Cuando se evapore el alcohol, añade el pimentón dulce y aparta del fuego para integrar durante unos segundos.
A continuación, incorpora el caldo de pescado, las rodajas de atún, mezcla un poco y cuece durante cinco minutos a fuego bajo. No te pases de cocción para evitar que el pescado se seque.
Si quieres que tu atún esté aún más rico lava y pela el tomate. Hazlo a tacos e intégralo en este plato. Remueve para que se mezclen los sabores. ¡Y listo! Sirve tu atún encebollado con vino blanco bien caliente y acompáñalo con unas patatas fritas o arroz blanco. Ya verás que combina con todo. ¡Muy buen provecho!