Antes que nada, pon a precalentar el horno a 220ºC. De esta forma, podrás ir preparando los ingredientes y, en cuanto estén listos, pasarlos al horno para que se hagan directamente.
Pela los ajos y haz lo mismo con las alcachofas. A esta verdura debes dejarle solamente los corazones, desechando las primeras hojas que suelen estar bastante duras.
Una vez que hayas pelado las alcachofas, córtalas en láminas de un centímetro de grosor de ancho más o menos para que se hagan más rápido.
Vierte un poquito de aceite de oliva sobre la bandeja del horno y extiéndelo bien sobre su superficie. Luego, coloca las alcachofas sobre la bandeja, bien repartidas y sin que se solapen unas con otras. Añádeles un poco de sal. Es el momento de preparar la picada.
Pon los dientes de ajo en un mortero, junto con el perejil ya lavado y escurrido, y una pizca de sal. Machaca bien estos ingredientes hasta que queden bien triturados. A continuación, vierte un poquitín de aceite y remuévelo bien todo para que se mezcle.
Echa esta picada sobre las alcachofas y mete la bandeja en el horno. Deja que se hagan durante un cuarto de hora, y pasado este tiempo, comprueba si ya estén listas. Si es así, ya puedes apartarlas.
¡Ya hemos terminado! Como has podido comprobar, preparar unas alcachofas al horno rápidas es facilísimo. Esperamos que te haya gustado esta receta, ¡muy buen provecho!
