Lo primero que debes hacer es dejar los frijoles en remojo durante toda la noche. De esta forma se cocinarán mucho más rápido. Antes de cocinarlos, cámbiales el agua, lávalos y escúrrelos en un colador.
A continuación, colócalos en una olla con agua y cocínalos a fuego lento. Tienen que estar una hora al fuego.
Mientras que los frijoles se hacen, pela y corta la media cebolla y dos dientes de ajos en cuadritos y reserva. Coge la otra cebolla y los otros dos dientes de ajo y pélalos y, en cuando los frijoles se hayan ablandado, pon estos ingredientes en la olla.
Transcurrida esta hora, saca los frijoles del agua con la ayuda de un colador y resérvala.
Calienta ahora en una sartén la cucharadita de aceite, con la mitad cebolla y los ajos que has pelado antes y cocina durante unos minutos. Mientras esperas a que la cebolla se transparente, pela el comino y, en cuanto se haya pochado el contenido de la sartén, agrega el chorizo y el bacon cortado a taquitos. Pon también el comino.
Cuando el chorizo esté bien cocido, incorpora los frijoles y remueve durante cinco minutos para que se integren los sabores. Rectifica la sal. Puedes dejarlos enteros o triturarlos con un pasapuré en la misma sartén. Si están muy secos, agrega un poco de agua en la que los cocinaste. Tú decides cómo te gustan más.
¡Y ya están listos los frijoles refritos con chorizo para comerlos con unos nachos, con una tostada con aguacate o de la forma que prefieras! ¡Combinan con todo! ¡Qué los disfrutes!
