Unas horas antes de cocinar, condimenta las pechugas de pollo con una cucharada de cada especia (puedes poner más cantidad si lo deseas). Mezcla con las manos y deja en la nevera para que el sabor de las especias se integren bien en la carne del pollo.
Una hora antes de cocinar, saca el pollo de la nevera para que se atempere y así la cocción sea más uniforme. Esto es importante, porque si no el pollo quedará muy seco. Si lo prefieres, puedes cortar el pollo en tiras para repartir mejor las raciones.
Lava las patatas bien bajo el agua del grifo para retirar cualquier rastro de tierra de la piel y procede a pelarlas. Luego lávalas otra vez y córtalas en palitos de un grosor similar, en rodajas o gajos, como más te guste comer tus patatas fritas. Reserva hasta el momento de freírlas.
Pon dos sartenes a calentar con abundante cantidad de aceite de oliva mientras preparas el pollo. Para ello primero bate los huevos y prepara un plato con pan rallado.
Toma una pechuga o tira de pollo, mójala en el huevo y luego pasa por el pan rallado, bañándolo bien por ambos lados. Escurre y mete en la sartén. Sofríe por ambas caras un par de minutos en cada lado. Aprovecha y ve friendo también las patatas en la otra sartén con aceite muy caliente
El truco para hacer un pollo frito sin harina delicioso tierno por dentro y crujiente por fuera, es que la carne esté a temperatura ambiente y no se sofría demasiado, porque entonces se secará.
No hagas más de dos pechugas a la vez para que el aceite no se enfríe, si optas por tiras ve friendo 6 o 7 tiras a la vez.
Según vayas friendo el pollo, déjalo reposar en un plato con papel absorbente para que suelten el exceso de aceite, de este modo el resultado final será mucho más crujiente y delicioso. Recuerda vigilar también las patatas hasta que estén doradas, añade sal al gusto una vez que las saques.
Sirve las patatas fritas y las tiras o pechugas de pollo frito sin harina y disfruta de esta rica y jugosa receta ¡Qué aproveche!
