Cuece el centollo en unos 5 litros de agua con 10 cucharadas de sal durante 20 minutos aproximadamente. Cuenta el tiempo de cocción desde que comience a hervir el agua, pero si el centollo está vivo, introdúcelo en el agua desde el principio.
Mientras se cuece, llena de agua una olla pequeña y llévala a fuego alto. Cuando comience a hervir introduce el huevo y deja cocinar por 12 minutos. Luego cuela y sumerge en agua fria, espera un par de minutos y, cuidadosamente, retira la cáscara del huevo y reserva.
Una vez transcurridos los 20 minutos de cocción del centollo, cuela y espera a que se enfríe un poco. Vacía el centollo extrayéndole toda la carne sin romper el caparazón (incluyendo las huevas si es una centolla). Mezcla con el huevo cocido muy picado, las cucharadas de vino y el zumo de limón.
Ve rellenando el caparazón con esta mezcla que acabas de preparar, y ya está listo tu centollo relleno a la gallega. Lo ideal es que lo tengas un rato en el frigorífico para servirlo bien fresquito, ¡así es como más rico sabe! Y con una copita de vino blanco de la tierra, sublime.
Así que venga, ¡a preparar la mesa para disfrutar de un centollo relleno a la gallega para chuparse los dedos!
Para el relleno del centollo se suele usar vino blanco, pero también puedes probar otras alternativas. Con un Jerez dulce está realmente exquisito, también puedes sustituirlo por brandy, ¡quedará delicioso igualmente!