En primer lugar tienes que poner a calentar aceite de oliva suficiente en una sartén, para freír los filetes una vez que los hayas rebozado. Ponlo a fuego medio, para que los filetes se hagan bien por dentro, pero sin quemarse por fuera.
Mientras se va calentando el aceite, añádeles algo de sal y pimienta negra molida a los filetes, a tu gusto. Resérvalos.
Bate el huevo en un plato, de forma contundente y hasta que se mezcle completamente la yema con la clara. En otros dos platos coloca el pan rallado y la harina, por separado.
Cuando esté bien caliente el aceite, ve rebozando los filetes por tandas, para después freírlos. Para ello tienes que pasarlos primero por harina, luego por huevo y finalmente por pan rallado.
Acto seguido pasa el filete a la sartén con el aceite caliente y fríelo hasta que esté dorado por ambas caras.
Según vayas friendo los filetes, pásalos a una fuente forrada con papel de cocina absorbente, para que pierdan la grasa que les sobre. Así quedarán especialmente ricos y crujientes.
¡Y nada más! Ya puedes servir estos riquísimos filetes de lomo adobado rebozado, y comprobar por ti mismo lo riquísimos que te han quedado. ¿A qué esperas? ¡No dejes que se enfríen! ¡Que aproveche!
Trucos y recomendaciones
Si alguna vez tienes dudas acerca del orden de los ingredientes del rebozado, recuerda siempre que debes seguir siempre el orden alfabético de los mismos. Es decir, primero la harina, después el huevo y finalmente el pan rallado. ¡Así nunca más te confundirás!
Es muy importante que no coloques en la sartén demasiados filetes a la vez. Si se solapan, puede romperse el rebozado, y la presentación no será igual de bonita ni tus filetes estarán tan crujientes.