Antes de empezar, debes lavar muy bien las naranjas. En cuanto lo hayas hecho, pélalas y córtales las cáscaras en juliana. Cuando las tengas, colócalas en una olla. Haz lo mismo con el limón.
Cubre las pieles de la fruta con agua y agrega el bicarbonato. Cuando rompa a hervir, sácalas, vuélvelas a lavar con agua y repite el procedimiento dos veces más pero sin el bicarbonato. A la tercera vez que hiervan las cáscaras, sácalas, lávalas y escúrrelas.
Exprime ahora el zumo a las naranjas, cuélalo con la ayuda de un colador para que no quede pulpa y resérvalo en una jarra. Lava bien una raíz de jengibre de 2 centímetros y rállala.
Coloca ahora en una olla el zumo, las cáscaras de naranja, el jengibre y el azúcar y disuelve bien el azúcar antes de empezar a cocinar.
Cocina a fuego lento durante unos 40 minutos revolviendo de vez en cuando con una cuchara de madera. Mientras más se vaya espesando, más hay que revolver para que no se pegue.
Para saber si está lista, toma un poco de jalea con la cuchara de madera que estás utilizando y déjala caer, cuando las gotas tengan el espesor que te gusta, apaga el fuego, envásala y deja que se enfríe.
Acompaña tus desayunos y meriendas con esta rica jalea de naranja casera. Esperamos que la disfrutes, ¡a tu familia le va a encantar!