Castañas asadas

Castañas asadas

Las castañas son un fruto típico del otoño y el invierno y cuando llega esta época del año las calles se llenan de puestetizos que ofrecen castañas asadas, ya sea para almorzar, para merendar o simplemente para disfrutar de un capricho.

Aunque parezca mentira, cocinarlas en casa es mucho más sencillo de lo que parece. Las vas a poder hacer al horno, en el microondas o en la sartén y, si quieres, incluso puedes acompañarlas con un poco de miel o de guayaba en almíbar. ¿Te atreves? En Unareceta.com, como siempre, te ofrecemos las mejores opciones así que, quédate con nosotros y conócelas. ¡Todas estas recetas de castañas asadas están igual de ricas!

Receta de castañas asadas en la sartén

¿Quieres cocinar tú mismo tus propias castañas asadas en la sartén? Gracias a Unareeta.com, ¡este otoño no vas a dejar de comerlas!

Ingredientes para cuatro personas:

  • 400 gr. de castañas
  • Sal

Preparación de las castañas asadas en la sartén

  1. Para que las castañas no exploten mientras se están asando, en primer lugar debes hacerles un corte. Tienes dos formas de hacerlo; o bien haciéndoles una incisión no muy profunda en forma de cruz, o bien rajándolas en dos mitades. Con este corte no solo te asegurarás de que no revienten por la temperatura del fuego, sino que además podrás añadirles un poco de sal.
  2. Una vez hagas esto, colócalas en la superficie de la sartén, siempre dejando un poco de espacio entre unas y otras, ya que si se solapan no se harán bien.
  3. Enciende el fuego al medio y ve tostando las castañas con mucho cuidado de que no se quemen. Para ello, debes ir dándoles la vuelta con ayuda de unas pinzas. Dependiendo de la cantidad de castañas que hayas colocado en la sartén, estas pueden estar listas en diez o en quince minutos.
  4. Cuando veas que las castañas se han puesto de un color amarillo intenso y las cáscaras están más oscuras, sabrás que las castañas  están listas para apartar.
  5. Una vez que tengas las castañas fueras de la sartén, colócalas en un plato y espera que se enfríen un poco, lo justo para no quemarte. En ese momento tendrás que ir quitándoles las cáscaras y una especie de piel que contienen también. ¡Y ya hemos terminado! ¡Que las disfrutes!

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