Vas a comenzar por quitarle la piel al atún, las espinas y cortarlo en trozos grandes con un cuchillo bien afilado.
Si prefieres no limpiarlo, pide en la pescadería que lo hagan, así sólo tendrás que trocearlo en casa. Una vez listo, sálalo y reserva.
Pela las cebollas y la zanahoria y córtalas en tiras. Pela y parte los ajos por la mitad.
Coloca el aceite en una olla y llévalo al fuego, cuando se caliente agrega la cebolla y la zanahoria y cuece a fuego bajo durante cinco minutos, la idea es que se confiten, no que se frían.
Después agrega cinco dientes de ajo, cinco granos de pimienta, una hoja de laurel, el vinagre, una taza y media de agua, sal al gusto y cocina durante 25 minutos. Pasado el tiempo, aparta del fuego y reserva en un bol de vidrio o barro.
A continuación, coloca en otra olla el agua restante, los dientes de ajo que aun no has utilizado, la otra hoja de laurel, los clavos de olor, el resto de la pimienta en grano, una pizca de sal y lleva al fuego.
Cuando entre en ebullición, baja la temperatura e incorpora el atún troceado. A los cinco minutos, retira el atún con una espumadera y colócalo en un colador para que se escurra.
Agrega un vaso del caldo donde escalfaste el pescado y viértelo sobre el escabeche previamente reservado. Incorpora el atún, mezcla, tápalo y llévalo al frigorífico a reposar de un día para otro.
Lo mejor de este atún en escabeche sin freír es que te puede durar varias semanas siempre y cuando lo conserves refrigerado. ¡Qué aproveche!