Reúne todos los ingredientes, y veamos cómo se prepara una exquisita salsa boloñesa para aderezar nuestra lasaña.
En primer lugar tienes que calentar el aceite. Puedes utilizar una sartén o una olla, pero si puedes usar una cacerola de barro, esta retendrá mucho mejor el calor. ¡Nada como lo tradicional para que los platos nos queden especialmente ricos! Eso sí, si tienes vitrocerámica, tiene que ser una cazuela apta para cocinar en ella.
Pues bien, una vez hayas elegido el utensilio que vas a utilizar, vierte un chorrito de aceite de oliva virgen extra sobre él. Ponlo a calentar a fuego medio, y mientras se calienta, pela y pica muy finita las cebollas.
Una vez esté bien caliente el aceite, añádelas a la cazuela con una pizca de sal. Se trata de que mientras se hacen, suelten sus propios jugos para que ayuden a su cocción.
Mientras se hace la cebolla, pela y tritura las zanahorias. Enjuaga los tallos de apio, y pícalos lo más pequeñitos que puedas, o tritúralos. Pela los dientes de ajo, y haz lo mismo con ellos. Añade todas estas verduras a la cazuela, para que se hagan junto con las cebollas.
Sofríe todas las verduras juntas hasta que estén bien pochaditas. En ese momento, apártalas y pásalas a una fuente. Resérvalas.
Aprovecha la cazuela y fríe en ella la carne, añadiendo un poco más de aceite si fuera necesario. Una vez esté lista, añade las verduras, el puré de tomate, la salsa de tomate, las hojas de albahaca y riégalo todo con el vino tinto.
Baja el fuego al mínimo, y deja que se hagan todos estos ingredientes durante 1 hora y 30 minutos o 2 horas. Cuando la salsa esté en su punto, prueba de sal y añade una pizca más si fuera necesario. Añade también un poco de pimienta negra molida, y remueve bien.
¡Y nada más! Ya puedes apartar esta exquisita salsa boloñesa, y terminar de preparar tu lasaña con ella. ¡Verás qué toque de sabor más rico le vas a dar con tu salsa! Esperamos que te haya gustado esta receta. ¡Que aproveche!
