Preparación de los langostinos a la plancha con vino blanco
Lo primero que haremos será lavar los langostinos. Para ello tan solo tenemos que colocarlos bajo el agua del grifo y lavarlos bien unas cuantas veces.
Quitamos la piel a los ajos y los picamos muy finitos. Y hacemos los mismo con el perejil.
En una sartén vertemos dos cucharadas de aceite de oliva y ponemos a dorar los ajos con un poco de sal y la guindilla. Cocinamos a fuego lento y removiendo varias veces.
Cuando comiencen a tostarse los ajos, subimos el fuego y ponemos los langostinos en la sartén con un poco de sal, pimienta negra molida y el perejil picado.
Esperamos a que los langostinos se tuesten por un lado y entonces les damos la vuelta para que se hagan del todo. Añadimos más sal, pimienta y perejil picado.
Una vez estén listos los langostinos, bajamos al mínimo el fuego y añadimos el vino blanco. Esperamos a que reduzca bastante, y se evapore el alcohol por completo.
Un poquito antes vamos a poner el fuego al máximo, y daremos la vuelta a los langostinos, dejando que se hagan durante un minuto de esta manera. Ya podemos apagar el fuego. A continuación echaremos sobre los langostinos la piel rallada del limón. Lo removemos todo, para que se integren bien los ingredientes.
¡Ya podemos servir estos exquisitos langostinos a la plancha con vino blanco! Lo mejor es tomarlos recién hechos, que es como más sabrosos y jugosos saben. De forma que ya sabes, no dejes que se enfríen y ponte ya mismo a la mesa a disfrutar de estos riquísimos langostinos, ¡te van a encantar! Esperamos que te haya gustado esta receta.