Empieza sacando las ostras de sus conchas usando un cuchillo bien afilado, un alicate o un abre ostras. Viértelas en un recipiente con todo y su jugo. Reserva.
Tira las conchas planas y quédate con las más grandes y cóncavas. Raspa con un cuchillo para retirar cualquier residuo no comestible y lávalas.
En una olla mediana mezcla las ostras con la mitad de su jugo, la nata, el curry, el polvo de hornear y salpimienta al gusto.
A continuación, cocina por unos minutos y cuando rompa a hervir, aparta del fuego. Si la mezcla te quedó muy espesa, puedes aligerarla con el jugo de ostras restante.
Precalienta el horno en función ventilador a 200 °C con el grill encendido y luego cubre una bandeja grande de sal marina y coloca las conchas que reservaste encima.
Lava bien las hojas de rúcula, escurre y seca. Luego rellena cada concha con dos hojas de rúcula, agrega una porción generosa de la crema de ostras y termina con el queso parmesano.
Lleva al horno a gratinar por 3 minutos o hasta que la superficie se dore. Saca la bandeja y sirve tus ostras gratinadas con crema inmediatamente, es un plato que no se puede comer frío. ¡Verás cómo todos alucinan con su sabor y elegancia! Un resultado genial por muy poco esfuerzo.