Transcurridas las dos horas, coloca un colador sobre otra olla del mismo tamaño, cubre con la tela y vierte la leche cortada para colarla.
A continuación, exprime el queso que quedó en la tela y deja en reposo durante cuatro horas para que suelte todo el lÃquido y se seque.
Pasado ese tiempo, coloca el queso en un recipiente, añade la sal al gusto, vierte en un recipiente y refrigera durante 24 horas para que el queso continúe secándose.