Cogemos una bandeja que sirva para cocinar en horno y la engrasamos bien con aceite de oliva. El pollo lo tenemos que deshuesar o limpiar, pero esto podéis pedírselo al carnicero cuando pidáis el pollo. Lo colocáis en la bandeja.
En un cuenco echamos un chorrito de aceite junto con la pimienta negra, un poquito de sal, orégano, tomillo y romero. Lo removemos todo bien para conseguir una salsita con la que bañaremos el pollo, y de este modo coja el sabor de la mezcla. También podéis echar un poco de perejil, pero eso es a vuestro criterio. Vamos también poniendo a calentar el horno a 200º C para irlo preparando.
Ahora pelamos y limpiamos las zanahorias y las patatas. Las patatas las pelaremos en rodajas y colocaremos alrededor del pollo. En el caso de la zanahoria, sería mejor cortarlas en cuadraditos pequeños, pero podéis cortarlas en rodajas también si lo preferís así. También pelamos y cortamos en rodajas la cebolla y la colocamos de igual forma alrededor del pollo junto con las patatas y los trozos de zanahoria. Si queréis, también podéis bañar las patatas y la verdura con la salsa que hayáis preparado para que cojan también el sabor.
Metemos el pollo en el horno y lo programamos para 40 minutos. Para que se haga bien, cuando pasen 20 minutos podéis darle la vuelta y de este modo esté igual de jugoso tanto por arriba como por abajo. Además, al darle la vuelta podéis aprovechar y bañar el otro lado con la salsa que hayáis preparado.
Ya listo, solo hay que repartir las raciones y comer.
