Los garbanzos tienen que estar tiernos para usarlos en este plato, así que ponerlos en remojo en un cuenco bien cargado de agua para que estén toda la noche.
Pelamos la cebolla y los dientes de ajo, cortándolos en trozos pequeños. Ponemos todo en el vaso de la thermomix. Incorporamos el perejil, así como la pimienta, sal y comino. Programamos para triturar por unos 30 segundos. Cuando abramos el vaso, si se han pegado trozos en la pared bajarlos a la base del vaso.
Agregamos al vaso el resto de ingredientes, junto con el pan rallado. Removemos un poco y mezclamos a velocidad 3 por unos 5 segundos. Con esto ya tendremos lista la masa que tendría que quedar bastante espera y húmeda.
Sacar la masa y amasar con las manos, hasta dejarla un poco más compacta. Vamos tomando porciones que unificaremos y daremos forma de bola o de croqueta. Las vamos colocando en un cuenco para que repose.
Llenamos una sartén con bastante aceite y freímos nuestra falafel, hasta que quede bien dorada. Recomendamos hacerlas de dos en dos para que resulten más manejables.
Las colocamos en una bandeja con papel absorbente, logrando así que suelte todo el aceite que les sobra. Retiramos el papel cuando estén todas y a comer.
