Para conseguir unas coles de Bruselas fritas de lo más sabrosas, lo primero que vamos a hacer es lavarlas, quitarles las hojas que estén estropeadas y cortarles el tronco. Es importante que las laves un par o tres de veces. Si quieres, puedes echar un chorrito de vinagre al agua para que las hojas queden completamente limpias.
Después hervimos las coles en abundante agua hirviendo con un puñado de sal durante 15 minutos aproximadamente. Es importante retirarlas antes de que se ablanden, pues de lo contrario podrían tener sabor un amargo.
A continuación, escurre las coles de Bruselas y deja que se enfríen un poco. Después las pasaremos por harina para que queden más jugosas.
Vierte a continuación las coles en una sartén con aceite bien caliente y deja que se doren. ¡Ya tienes listas las coles de Bruselas fritas! Acompaña tus platos o sírvelas como aperitivo.