Lo primero que haremos será la masa. En un bol añadimos la cerveza, la harina, el aceite de oliva y un poco de sal. Removemos con fuerza hasta que se forme una masa homogénea. Cuando no podamos remover con la cuchara, la trabajamos con las manos durante unos minutos y la dejamos reposar.
Extendemos un poco harina sobre una mesa o superficie plana y estiramos la masa con un rodillo. No debemos dejarla muy fina porque puede romperse y con las manos dale forma a los bordes.
Engrasamos la bandeja del horno con un poco de aceite de oliva, colocamos en ella la masa repartiéndola bien y la dejamos reposar mientras preparamos las verduras.
Lavamos y cortamos todas las verduras en cuadraditos pequeños. Los champiñones los cortamos en láminas finas y todo junto lo añadimos en un bol. Aliñamos con pimentón dulce, un poco de aceite, una pizca de pimienta negra molida y otra de sal y removemos bien.
Ponemos a precalentar el horno a 180 grados.
Repartimos todas las verduras que hemos preparado por encima de la masa que preparamos antes, repartiéndolas bien. Ponemos a hornear a 180ºC durante aproximadamente 30 minutos.
Es importante ir comprobando la cocción para evitar que nuestra coca se queme. Cuando haya cogido un color dorado y las verduras estén asadas ya la puedes sacar.
¡Y esto es todo! Como has podido comprobar, a este plato lo llamamos coca de verduras fácil porque realmente su preparación no presenta problema alguno.
Si quieres tomarla realmente crujiente, tómalo lo antes posible en cuanto la saques del horno. ¡Verás lo rica que está! ¡Que aproveche!