Preparar unos calabacines al horno light es muy sencillo. Lo primero que vamos a hacer es lavarlos y cuando estén limpios, córtalos a rodajas de unos tres centímetros de ancho cada una. Enciende el horno a 180ºC.
Coge un recipiente apto para horno y échale una pizca de aceite para que los calabacines no se peguen. A continuación, pon las rodajas dentro y añade la sal, la pimienta y las hiervas aromáticas.
Mete los calabacines en el horno y déjalos durante unos treinta minutos. Ve pinchándolos de vez en cuando con un tenedor para ver si están listos o no.
Cuando puedas pincharlos con facilidad, apaga el horno y saca los calabacines. ¡Ya están listos tus calabacines al horno light! Combínalos con alguna salsa, como la salsa de soja, ¡verás que ricos están!