Ingredientes
- 2 bogavantes de aproximadamente 500 gr.
- 30 gr. de mantequilla
- 2 cebolletas
- 20 gr. de queso rallado
- 1 cucharada de harina
- 1 cucharada de brandy
- ½ cucharada de postre de mostaza
- ½ vaso de vino blanco
- ½ vaso de nata líquida para cocinar
- 1 chorrito de salsa inglesa
- Sal al gusto
Preparación del bogavante al horno con mantequilla
- Echa bastante agua en una olla con un poco de sal, y ponla a fuego fuerte. En el momento que comience a hervir, incorpora los bogavantes. Deja que cuezan durante unos 8 minutos aproximadamente.
- Pasado este tiempo, aparta los bogavantes y colócalos sobre un recipiente que contenga hielo. Espera a que se enfríen completamente.
- Una vez que estén fríos, debes partir los bogavantes por la mitad de forma longitudinal, desde el caparazón hasta la cola. A continuación tienes que quitarles las tripas, y cortar la carne en trozos pequeños. Reserva los caparazones, ya vacíos.
- Quita la parte más gruesa de las pinzas y rómpelas. Sácales la carne, y córtala también en trocitos pequeños.
- Pela las cebolletas y pícalas muy finitas, para a continuación dorarlas en una sartén con la mantequilla. Cuando comiencen a tostarse las cebolletas, debes añadir el vino blanco. Espera a que se evapore el alcohol, y a continuación incorpora la carne de los bogavantes.
- Deja que cuezan todos los ingredientes juntos durante 1 minuto, y añade el brandy, la salsa inglesa, la mostaza y sal a tu gusto.
- Tamiza la harina y espolvoréala por encima de los demás ingredientes. Remuévelo todo bien, y pon a precalentar el horno a 180ºC, en modo grill.
- Añade la nata, remueve de nuevo y baja el fuego al mínimo. Deja que cueza todo junto durante unos cinco minutos.
- Apaga el fuego, aparta y rellena los caparazones de los bogavantes con el contenido de la sartén. Colócalos sobre una bandeja de horno, forrada con papel de aluminio, y espolvorea por encima el queso rallado.
- Mete la bandeja en el horno, y pon a gratinar los bogavantes durante tres minutos aproximadamente. Apaga el horno, retira la bandeja y ya puedes apartar estos exquisitos bogavantes con mantequilla.
- Ya tan solo te queda comprobar lo riquísimo que te han quedados. Así que no esperes más, ¡que ahora están muy calentitos, y es como mejor saben! ¡Muy buen provecho!