Como con cualquier bizcocho, lo primero que harás será precalentar el horno a 180°C, luego engrasa el molde que vas a usar con un poco de aceite y fórralo con papel para hornear, así evitarás que se mueva.
Para obtener una masa fina y sin grumos, tamiza la harina, el polvo de hornear y el bicarbonato con ayuda de un colador. Corta en trocitos el chocolate que vas a usar y reserva.
A continuación, separa yemas de las huevos y bate las claras a punto de nieve con una pizca de sal, así te quedarán más firmes.
Luego, bate las yemas junto con el azúcar moreno hasta que obtengas una mezcla uniforme, vierte después el yogur, el aceite y mezcla nuevamente.
Ahora es el turno de los ingredientes secos, incorpóralos preferiblemente en tres partes, no de golpe y tampoco batas en exceso. Luego, agrega el chocolate troceado y mezcla suavemente pero con la espátula.
Agrega después las claras a punto de nieve, pero no las mezcles con las varillas sino con la espátula y con movimientos envolventes.
Una vez que tu mezcla esté completamente homogénea, vierte en el molde y hornea de 35 a 40 minutos.
Cuando tu bizcocho esté listo, sácalo del horno y espera a que se enfríe para desmoldarlo. Y ahora, ¡a probarlo!