Antes que nada tenemos que asegurarnos de que las berenjenas están maduras. Presionamos la base un poco con los dedos y si la piel se hunde ligeramente, entonces estarán perfectas para esta receta.
Lo primero que haremos será lavarlas bien, para retirarles posibles restos de suciedad que puedan contener aún. Las ponemos bajo el agua del grifo y las enjuagamos hasta que veamos que están limpias por completo. A continuación las secaremos con papel de cocina absorbente.
Como no vamos a pelar las berenjenas, pasamos directamente a cortarlas en rodajas de medio centímetro aproximadamente. Podemos hacerlo de dos formas: longitudinalmente, para que sean más alargadas, o de manera transversal, para que queden en círculos.
A continuación vamos a hacer unos cortes superficiales en los dos lados de las berenjenas. Añadimos un poco de sal y las ponemos a escurrir durante30 minutos aproximadamente, para que suelten el amargor.
Una vez transcurrido este tiempo, pondremos el horno a precalentar a 180ºC. Lavamos un poco las rodajas de berenjenas y las secaremos otra vez con papel de cocina absorbente.
A continuación colocamos papel vegetal sobre la bandeja del horno y colocamos las berenjenas con un poco de aceite de oliva, algo de pimienta negra molida y sal.
Metemos la bandeja en el horno a 180ºC y esperamos unos 20 minutos, o hasta que las berenjenas estén en su punto. Retiramos la bandeja y sacamos las berenjenas con unas pinzas de cocina.
Colocamos las berenjenas en una fuente y vertemos miel al gusto por encima. Si queremos darles un toque dulce, utilizaremos miel de flores. Si en cambio queremos que tengan un poco de sabor amargo, optaremos por usar miel de caña.
Y esto es todo. Así de sencillo es preparar unas deliciosas berenjenas asadas con miel. Te recomendamos que las sirvas bien calentitas, que es como mejor saben. Ya tan solo te queda comprobar por ti mismo el exquisito sabor de estas berenjenas. ¡Muy buen provecho!