El primer paso para preparar esta deliciosa coliflor gratinada light es lavar bien la coliflor bajo el agua del grifo, le cortes el tallo y separes los ramilletes más o menos del mismo tamaño, para que el tiempo de cocción sea el mismo para todos los trozos.
Calienta abundante agua en una olla grande con un poco de sal hasta que esta hierva. En ese momento añade la coliflor y cuece, con el fuego medio-alto, durante 10 – 15 minutos, hasta que veas que la coliflor esté tierna, lo que sabrás pinchándola con un cuchillo o un palillo. Vigílala bien para que no se deshaga.
Una vez que tengas la coliflor lista, procede a colarla y escurrirla bien para que suelte todo el agua. Después coloca en una fuente para horno, repartiéndola bien. Es el momento de precalentar el horno a 200ºC.
Lava bien los champiñones con agua para eliminar rastros de tierra y después córtalos en láminas, que no sean demasiado gruesos. Sofríe los champiñones con una cucharada sopera de aceite durante unos 5 o 6 minutos hasta que estén hechos. En ese momento añade la harina, una pizca de sal y remueve para que la harina se integre bien en el sofrito.
Seguidamente, vierte la leche poco a poco, sin dejar de remover con una cuchara de madera, para que la salsa se vaya esperando lentamente. Esto dará como resultado una salsa de champiñones que verterás sobre la coliflor que tienes en la bandeja del horno.
Ya con la salsa sobre los champiñones, solo te queda gratinar la mezcla esparciendo queso rallado por encima de la coliflor.
Por último, mete la bandeja en el horno, a 200º C con calor arriba y abajo, durante unos 10 -15 minutos. Tendrás que sacarlo justo cuando veas que el queso rallado ya está doradito.
Al sacarlo déjalo reposar unos 5 minutos y tu coliflor gratinada light estará lista para comer. ¡Buen provecho!