Como consejo previo hay que decir que este tipo de sangría hay que hacerla para su consumo inmediato, ya que si la dejamos mucho tiempo reposando acabará perdiendo el gas del cava y el sabor de la fruta también se perderá. Segundo dato importante: es que cuanto más fríos estén los alimentos más sabrosa saldrá luego la sangría.
Empezamos pelando el melocotón y lo cortaremos en pequeños pedazos. La naranja también la vamos a cortar en trozos que parezcan gajos, pero sin quitarle la piel, haciendo lo mismo con el limón. Si no queréis que esté muy ácido usad solo medio limón. Las fresas en lugar de partirlas en pedazos pequeños la cortaremos por la mitad, para que de ese modo pueda dar mejor su sabor a la bebida.
En un recipiente grande vaciamos la botella de cava y vamos echando los trozos de naranja, melocotón y limón. Lo removemos todo muy bien para que se mezclen los sabores.
En una cacerola calentamos un poco de agua y vertemos las dos cucharadas de azúcar para que se disuelva. Una vez conseguido, echar en el cuenco del cava.
Por último solo queda añadir los cubitos de hielo y ya podemos consumir la sangría con cava.
