Las fresas tendrás que congelarlas, pero antes límpialas bien y les quitas el rabillo.
Cuando estén congeladas, las pasas por la licuadora con los cubitos de hielo y el azúcar de caña, licuando por un minuto. En el caso de no tener licuadora, tendrás que pasarlas por la batidora, pero como estando muy frías eso será complicado, mezcla a temperatura ambiente las fresas con el hielo y el azúcar de caña y luego dejas reposar en la nevera.
Vierte ahora el tequila y vuelve a batir o a licuar, dependiendo del aparato que estés haciendo.
Vierte el Cointreau, que si no lo has encontrado puede ser cualquier otro tipo de licor de naranja, y vuelve a mezclar.
Pasa este margarita a la copa que vayas a servir, con cuidado de no rozar el borde en el proceso.
La razón por la que no debe rozar este licor el borde de la copa es porque por ahí vas a pasar el limón. Luego, empapándote el dedo, lo pasas por el borde, dejando la sal en el borde.
Si te ha sobrado alguna fresa, puedes trocearla y ponerla a modo de decoración en la copa.