Ve pelando una a una las castañas y puedes hacerlo de dos maneras; o bien retiras las cáscaras duras cuando aún están crudas las castañas con ayuda de un cuchillo, o bien hacerles un corte y hervirlas un poco antes de pelarlas para que así te resulte más sencillo.
En uno u otro caso, una vez que tengas las castañas ya peladas, deberás escaldarlas. Es decir, tienes que hervirlas un poco para poder quitarles fácilmente la segunda piel. Debes sacarlas del agua poco a poco para que no se sequen, ya que si no, no serviría de nada el haberlas escaldado.
Después debes poner en una olla el agua, el azúcar y la rama de vainilla o de canela. Caliéntalo todo a fuego bajo, removiendo con cierta frecuencia y, en cuanto se disuelva el azúcar y el almíbar esté a punto de hebra, incorpora las castañas.
Mantén el fuego al mínimo y continúa cociendo las castañas hasta que estén tiernas. Para comprobarlo simplemente deberás atravesarlas con un cuchillo o un pincho y, si puede pasar sin ningún problema, es que ya están en su punto.
En ese momento ya puedes apagar el fuego y pasar las castañas a unos frascos o botes. ¡Muy buen provecho!
Consejo y recomendación
Antes de envasar las castañas en almíbar debes esterilizar los botes o frascos que vayas a utilizar.