El día antes de preparar los frijoles, por la noche, los pondremos en remojo y los dejaremos hasta el día siguiente. Este paso es muy importante ya que ayuda a hidratar y ablandar los frijoles, facilitando notablemente su cocción ¡por eso no te olvides de hacerlo!
Al día siguiente cuela los frijoles y prepárate para cocerlos. Para esto vierte un litro y medio de agua en una olla espaciosa y lleva a fuego medio alto añadiendo los frijoles, la hoja de laurel, la cucharadita de comino y sal al gusto.
Dejamos que se cocinen durante una hora aproximadamente. Pasado este tiempo, apartamos del fuego y, con mucho cuidado de no quemarnos, reservamos dos vasos del agua de cocción de los frijoles.
A continuación picaremos muy finos los ajos y la cebolla. En una sartén pondremos un poquito de aceite a fuego bajo y sofreímos estos ingredientes con una pizca de sal durante 10 minutos, removiendo con frecuencia.
Transcurrido este tiempo añadimos los dos vasos de agua que reservamos de la preparación anterior. Cuando empiece a hervir, agregaremos los frijoles y la taza de arroz. Rectificamos de sal si fuera necesario.
Esperamos a que el agua se evapore ligeramente y tapamos la sartén. Ponemos a fuego bajo y dejamos que se siga cociendo durante 20 minutos más o hasta el arroz esté blando.
Cuando queden unos minutos para que termine de hacerse el arroz, freiremos los huevos en una sartén con aceite y una pizca de sal, hasta que estén al punto en el que más nos gusten.
Una vez que el arroz esté a nuestro gusto apagamos el fuego y servimos. Coloca una o dos cucharadas del arroz con frijoles y remeta con un huevo frito por encima.
¡Esto es todo! Como ves, estos deliciosos frijoles con arroz y con huevo son muy fáciles de preparar ¡y están riquísimos! No dejes que se enfríen y disfruta de este plato simple pero delicioso.