Las alubias tienen que estar tiernas para poderlas cocinar bien, de modo que, el día antes de la preparación del plato, las tendremos en un cuenco con agua y un poco de sal para que se ablanden a lo largo de la noche.
En el fuego ponemos una olla grande, con abundante agua. Encendemos el fuego a media potencia y ponemos a cocerse las alubias. Vamos a dejar que se cuezan solas hasta que el agua se espese. Si veis que vais a necesitar más agua, agregad más, pero siempre que esté caliente.
Cuando el agua ya esté bien espesa, echamos la costilla y la oreja de cerdo. Bajamos la potencia del fuego a baja potencia.
Llenamos con agua otra olla más pequeña donde echaremos las berzas al mismo tiempo que la panceta, el chorizo y la morcilla.
Mientras, en una sartén con un buen chorrito de aceite freiremos el ajo y la cebolla bien picadito, con una cucharadita de pimentón (o la cantidad que más os guste a vosotros).
Con las alubias ya listas, las colamos y escurrimos bien. Repartimos las raciones de alubias por persona, así como la que corresponde a cada uno de chorizo, panceta y morcilla. A continuación echamos el sofrito y por último un poco del caldo que hemos hecho al preparar las judías.