Para empezar, enciende el horno y prográmalo a 180ºC así se calienta mientras preparas la masa para las rosquillas.
Para preparar la masa de las rosquillas, lo primero que tenemos que hacer es tamizar los 350 gr. harina en un recipiente y añadirles la levadura. Muévelo todo hasta que consigas una mezcla uniforme.
Ralla en otro recipiente la piel de la naranja, pero ve con cuidado porque no tienes que llegar a la parte blanca.
En otro bol distinto, bate el huevo y añádele los 80 gr. de azúcar. Muévelo hasta que lo hayas mezclado bien y después ponle la leche entera. Bátelo de nuevo hasta que quede completamente todo integrado.
Tenemos tres recipientes; uno con la naranja, otro con la harina y la levadura y un tercero con los huevos, el azúcar y la leche. Agrega a este último el aceite de oliva y el licor de anís y mezcla todos los ingredientes hasta que consigas que no haya grumos. Cuando lo hayas logrado, añádele la ralladura de naranja.
Coge el recipiente donde está la harina y la levadura y viértelo enel anterior. Hazlo poco a poco y bátelo hasta conseguir una masa consistente.
Ahora que ya tienes todos los ingredientes juntos, cúbrete las manos de harina porque vas a manipular la mezcla y, gracias a la harina, evitarás se quede pegada a tus dedos. Amásala durante cinco minutos hasta que consigas que tenga aspecto de pelota.
Cuando lo hayas conseguido, cúbrela con film transparente y déjala reposar durante dos horas en la nevera o en un lugar frío.
Una vez que haya transcurrido este tiempo, saca la bandeja del horno y coloca sobre ella papel vegetal. Cúbrelo todo de harina, para que las rosquillas no se queden pegadas, y ayudándote de una cuchara sopera, empieza a coger pequeños trozos de masa.
Amasa estas porciones con las manos y forma rollitos. Luego, une ambos extremos de los rollitos para obtener las rosquillas. Ve colocándolo poco a poco en la bandeja del horno las rosquillas y deja espacio entre ellas porque cuando se cuezan su tamaño puede crecer un poco.
Si tu horno ya está caliente, mete las rosquillas y espera entre 15 y 20 minutos. El tiempo de cocción dependerá del tamaño del que hayas hecho las rosquillas, si son muy pequeñas bastará con un cuarto de hora sino, necesitarás más.
Al sacarlas, déjalas reposar en la bandeja con un paño para que la masa termine de estar lista por dentro. Cuando hayan pasado unos quince minutos, retira el paño y espolvorea el azúcar glass sobre ellas.
Tus rosquillas al horno están listas. ¡Disfruta de todo su sabor y ahórrate el aceite!
