Si vas a hacer un té blanco casero, verás que es muy sencillo pero tienes que tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Compra el té mejor en hojas, lo cual hace que tenga mejor calidad y sepan mucho mejor.
- Calienta agua a 80º C hasta que hierva. Entonces apaga el fuego y espera a que deje de burbujear. Deja dentro las hojas de té blanco entre 3 y 5 minutos. Si quieres que tenga un sabor más fuerte, déjalo unos minutos más.
- Saca las hojas de té blanco del agua y sírvete una taza. La puedes beber en caliente o estando un poco más templada, como tú prefieras.
Existe mucha gente que realiza su propia ceremonia del té con amigos utilizando té blanco en lugar de té verde para así darlo a conocer. Es una forma muy original de prepararlo y puede ser muy entretenido.
También es buena idea que pruebes con diferentes variedades de té blanco. Bien es cierto que algunas marcas son muy exclusivas y difíciles de conseguir, pero si tienes la oportunidad no hay porque desperdiciarla y no conseguir una de las mejores marcas, notando enseguida con un simple sorbo la enorme diferencia que existe de calidad, consistencia y sabor entre una más barata.
Igual no te gusta tener que beberlo, o simplemente quieres tomar té blanco con el mero objetivo de adelgazar o reducir la retención de líquido de tu cuerpo. Para aquellas personas que no les guste tomarlo en líquido, muchas compañías han empezado a vender botellitas que contienen té blanco en pastillas. Por supuesto estas pastillas no tienen tanta potencia como tomar té blanco al natural, ya que su objetivo es ayudar a perder peso y eliminar la retención de líquidos. Como máximo hay que tomarse 3 pastillas al día, repartidas entre cada una de las comidas principales.
Ahora que ya sabes cómo hacer esta infusión puedes descubrir muchas más cosas de té blanco.