El primer paso para elaborar un té blanco frío delicado y delicioso, es poner un litro de agua en una olla o tetera y luego colocarla a fuego medio. Debes dejar el agua en el fuego hasta que alcance el punto de ebullición, una vez que hierva retiraremos.
Añade los 4 sobres de té blanco al agua recién hervida. Deja reposar el té durante 5 minutos con la finalidad de que el agua adquiera sabor. Deberás tapar la olla o tetera para conseguir un mejor resultado.
Coloca el té blanco en una jarra y lleva a la nevera por al menos dos horas para que enfríe, luego solo deberás servirlo con hielo y una rodaja de limón para disfrutar de su refrescante sabor.