Como ocurre con muchas bebidas y alimentos, aunque el té negro puede aportar muchos beneficios a nuestro organismo, un consumo desmesurado de esta bebida también puede
acabar provocándonos muchos problemas.
- Para empezar, tenemos su efecto astringente. Este efecto ayuda a combatir la diarrea y la gastritis gracias a los taninos que contiene el té negro. Sin embargo, si se toma demasiado té negro, puede acabar sufriéndose un fuerte estreñimiento, problemas estomacales serios o el colon irritable.
- Los taninos también se ocupan de eliminar el hierro en nuestra sangre si hay demasiado en nuestro organismo. Por esta razón, las madres que estén dando el pecho a sus hijos o que estén embarazadas deben evitar tomar té negro o su hijo podría nacer con predisposición de sufrir anemiamicrocítica.
- El té negro es una bebida excitante que activa el sistema nervioso por la cafeína que contiene. Pero tomar demasiado puede acabar provocando que el sistema nervioso se altere y se sufran estados de ansiedad o de insomnio.
- Su consumo desmesurado puede acabar provocando también dolor de cabeza, vómitos, diarrea, irritabilidad, aumento del ritmo cardiaco, temblores, ardor de estómago, mareo, zumbido en los oídos, convulsiones, confusión…
- Aunque no es un aditivo, aquellas personas que lo bebas continuamente para evitar picar entre comidas pueden acabar sufriendo una fuerte dependencia de esta bebida y cambiarles mucho el humor si no la beben.
- Tomarlo de forma descontrolada puede acabar provocando un efecto desmineralizante en el organismo, pues su efecto diurético no solo ayuda a eliminar líquidos, también expulsa varios minerales del organismo.